Sinopsis:
Cuando todo parece perdido, a veces, el azar nos concede segundas
oportunidades. Pero Ever y Damen saben que su condena no tiene remedio: pasarán
la eternidad juntos y sin poder tocarse. Sin embargo, un giro del destino les
ofrece una salida... a cambio de un gran sacrificio: Ever debe escoger entre
liberar Damen o buscar e l Árbol de la Vida, cuyo fruto podría salvar al
resto de inmortales.¿Será capaz Ever de sacrificar el destino de cientos de
almas por egoísmo? ¿Se arriesgará a perder su amor por un fin superior?
Mi opinión:
Supongo que, el que un fruto
esté malo, podrido, no
necesariamente implica que todos los demás
lo estén, ¿cierto? O incluso si la mayoría lo están, lo más probable es que
uno se haya salvado de aquella mala suerte. Como bien sabrán, no soy la mayor
fan de la saga de Los Inmortales, mas este último libro, aunque no me encantó, sí me gustó.
Si no han leído las cinco entregas anteriores, esta reseña
puede contener spoilers. La historia sigue a Ever después de la muerte de Haven, su mejor amiga, y después de haber
descubierto en Summerland un oscuro
lugar lleno de barro, donde nada
parece tener vida.
Ya
que nuestra protagonista parece estar implicada en esto, siendo ella, quiere
investigar por qué son las cosas así de oscuras
en un lugar donde sólo debería existir felicidad.
Sin embargo, Damen no está de acuerdo con ella. Cree que la anciana que la
culpa está loca y que está arruinando lo único que él quiere, estar por fin juntos sin nadie que se
interponga.
Esto
crea problemas entre ambos, por lo que Ever tendrá que seguir su supuesto destino sola y descubrir nuevas cosas acerca de
no sólo ésta, sino todas sus vidas anteriores, mientras Damen busca el antídoto para poder estar finalmente con el amor de
su vida para la eternidad.
Tengo opiniones
encontradas sobre la novela, mas, por una vez, no desearía lanzarla a una
hoguera. Por un lado, pienso que el libro fue, de algún modo, un libro de relleno. No obstante, todo
aquel cambio y descubrimiento espiritual que tuvo lugar creo que valió la pena.
Siempre he dicho que todos los personajes son frustrantes y egoístas, salvo, tal vez,
por Jude. Aunque en este libro no fue la excepción, creo que comenzaron a pensar un poco más y, de algún modo, su
egoísmo se redujo. Y, por una vez,
no me dieron ganas de linchar a Ever.
Como dije, la historia me parece innecesaria, mas he de decir que las otras vidas pasadas que muestran valen mucho la pena. Pudimos habernos ahorrado un libro si, de algún modo,
resolvían todos sus problemas diez páginas luego del final del anterior. Sin
embargo, supongo que de esa manera la autora no habría mostrado su punto. La inmortalidad del alma.
La manera en la que la mente, no sólo de la principal, sino
de todos, cambió fue, de alguna manera, conmovedora. Se dieron cuenta de las
cosas que realmente importan en la vida,
y no son las cosas materiales nada
más.
El desenlace me gustó, aunque definitivamente no fue lo que esperaba. Ya sabía cómo
acababa la saga, porque la amiga que me los prestó me lo contó (con mi
consentimiento), mas no conocía detalles. La manera en la que terminó me sorprendió, definitivamente pensaba que
sería diferente y me gustaba un poco más la idea que tenía yo, sin embargo, eso
implicaría que no hubiese sexto libro y esta reflexión completamente necesaria no se habría dado, así que estoy
bien con el final.
A pesar de que creo que la saga es una saga que no vale la pena leer, si han comenzado con ella, vale la pena terminarla. Todo el
sufrimiento termina compensándose al final, o al menos en mi opinión, ya que
las lecciones que aprenden no
aplican solamente para ellos, sino para
nosotros también.
Mi puntuación:
1/2
-Any
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