Sinopsis:
Un
millón de formas de morir. Sólo una forma de vivirarÍa ha sido expulsada de la
ciudad protegida de ensoñación. En el exterior su vida corre peligro. La
amenazan violentas tormentas de éter, caníbales y salvajes. Perry es un salvaje
que ha perdido lo más importante que tenía en su vida. Ahora hará lo imposible
para recuperarlo. Aria, una residente, será su única opción. Un mundo peligroso
una alianza improbable un vínculo que determinará el destino de cuantos viven
bajo el cielo eterno.
Mi opinión:
Tener
expectativas puede ser
extremadamente molesto. A veces se cumplen, a veces no. Y cuando no,
definitivamente se ve uno decepcionado.
Ocurre muy seguido con los libros, en especial si son populares. Te haces una
opinión de ellos sin haberlos leído. Razón por la que no me vi muy feliz cuando
descubrí que Under The Never Sky no era del todo lo que esperaba.
La
historia es acerca de Aria y Perry.
Aria vive dentro de la “ciudad” y
Perry es un salvaje. Por tratar de
saber algo de su madre, Aria se ve enredada en un incendio. Dentro de
Ensoñación no hay incendios. No en la vida real, al menos. Es por eso que se ve
obligada a irse de ahí, aunque no por voluntad propia.
Perry
pierde a su sobrino. Es secuestrado por los topos. Para evitar que su hermano
lo mate, y para rescatarlo, huye de
su pequeña tribu en busca del pequeño. Es en el bosque donde ambos se encuentran y hacen un trato.
Él la lleva hasta donde está su madre
y ella lo ayuda a recuperar a su sobrino.
Pero
estar en el bosque, por semanas, no es
fácil. Sólo ellos dos. Y alguien tiene que cuidar de ella. ¿Cómo se supone
que un topo sobreviva en medio del
mundo, sin su smarteye y sin la
seguridad que Ensoñación les brinda?
El
libro me tomó por sorpresa. Me gustó, mas no era lo que esperaba.
Pensé que sería ciencia ficción pura,
sin embargo, es como una distopía y
Graceling juntos. Mientras lo leía tenía un libro futurista en mente, sin
embargo, se me olvidó. Pero no se puede negar que es una muy extraña
combinación.
Por
un lado, los salvajes tienen algo así como poderes.
¿Oler las emociones? Eso definitivamente no lo vi venir. Por el otro, Aria
prácticamente vivía en un mundo virtual.
No experimentaba dolor, ni conocía el fuego. Todos los niños eran hecho
científicamente. Era como jugar a ser
Dios. Y no está bien jugar a ser Dios.
No
sé qué esperaba de la novela, pero no eran dos niños perdidos en el bosque.
Creo que quería acción de verdad. No
una cabeza de burbuja con un
cuchillo. (Capten la referencia de Uglies.) Además, no me parece correcto que
jueguen con sus mentes. Que vivan una vida a base de mentiras.
Dado
que no sé adónde voy con esta reseña, me parece más fácil resumir. Es un buen libro, aunque muy peculiar.
Definitivamente no es la típica
distopía. No está ni cargado de amor, ni de emoción ni de acción. Sin embargo,
es muy entretenido y te hace utilizar tu
mente. Hay cosas que no vienen explícitas, pero sabes que tienes que pensar
para darle sentido, lo cual me parece bien.
Si
buscas un libro tranquilo, pero
ligeramente diferente, creo que este es una buena elección. Tiene muy buenos
personajes y una interesante trama, que, sin duda, te deja con ganas de más.
Mi puntuación:
1/2
-Any
No hay comentarios.:
Publicar un comentario