Así es el amor.
Así es el fenómeno literario que ya ha cautivado a más de cinco millones de lectores de todo el mundo...
Para liberar a Damen de la maldición de Roman, Ever recurrió a la magia oscura, pero el conjuro se ha vuelto en su contra y ahora es víctima de un extraño hechizo: haga lo que haga, no puede dejar de pensar en Roman. La lucha por resistir esta salvaje atracción amenaza con consumir sus energías; y su enemigo sacará partido de esta debilidad...
Desesperada por romper el hechizo antes de que sea demasiado tarde, Ever pide ayuda a Jude; arriesgándolo todo, incluso su amor, por salvar a Damen.
Así es el fenómeno literario que ya ha cautivado a más de cinco millones de lectores de todo el mundo...
Para liberar a Damen de la maldición de Roman, Ever recurrió a la magia oscura, pero el conjuro se ha vuelto en su contra y ahora es víctima de un extraño hechizo: haga lo que haga, no puede dejar de pensar en Roman. La lucha por resistir esta salvaje atracción amenaza con consumir sus energías; y su enemigo sacará partido de esta debilidad...
Desesperada por romper el hechizo antes de que sea demasiado tarde, Ever pide ayuda a Jude; arriesgándolo todo, incluso su amor, por salvar a Damen.
Mi opinión:
Bueno, yo seriamente me pregunto si Alyson Noel está consciente de lo que escribió. Es que el libro simplemente comenzó tan mal. En serio. Una vez llegué a la mitad me vi en la necesidad de dejarlo, porque era mucho para mí.
La cosa es que Ever cometió lo que yo llamo una estupidez al final del libro pasado, convirtió a Haven en Inmortal. Para empezar, sabiendo que estás condenado a la eternidad y oscuridad, no le haces eso a tu mejor amiga. Pero okay, lo hizo, ya no hay vuelta atrás. Siendo Haven pues, ella, obviamente se iba a emocionar. Es como la fan número uno de lo gótico y los vampiros.
Pero Ever se toma mal que ella se lo haya tomado bien y se empieza a culpar a sí misma. De nuevo. Okay, ya no se culpa por lo mismo, pero no deja ese "mal hábito" atrás.
Luego está el hecho de que se siente atraída por Roman. Eso no me molestaría tanto, pero se rehúsa a decirle a Damen. Ever, darling, ya tuvimos una plática sobre honestidad (okay, no la tuvimos, pero si fuese posible seguro ya habríamos hablado de ello). Me molesta mucho la falta de honestidad que hay en su relación.
Siendo honesta, la mayoría de las veces concuerdo con que no merece a su novio, pero que lo repita constantemente se vuelve molesto también.
Y lo que todavía encuentro más extraño y peor, es que no sólo no recurre a Damen, sino que habla con Jude sobre el tema. No es que Jude sea una mala persona, de hecho, sigue siendo mi personaje favorito, pero ella acaba de cometer una tontería con él (como creer que es un renegado y lanzarlo contra la pared) y de todas maneras lo encuentra como mejor opción.
Después de la mitad del libro, casi haber tenido relaciones con Roman y una mejor amiga increíblemente sola, decide que debe llegar la paz. ¿Por qué, Ever? Se dirige a hablar con Haven y eso me gustó, porque nunca muestran una vida antes de Damen y aquí se ve una pequeña muestra del pasado.
Dejando de lado su bipolaridad, las cosas comienzan a salir bien y de pronto ¡bam! ¿Quieren dejarme gozar de un minuto de paz? No pido más. Aunque incluso después de eso y de que las cosas dan un giro no muy agradable para la protagonista, me gustó el final, y como no me gusta dejar las sagas sin terminar, decidí que vale la pena leerlo.
Ya está en mis manos y espero empezar pronto con él.
Mi puntuación:
1/2
-Any
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